lunes, 14 de septiembre de 2009

LOS VIEJOS ROCKEROS NUNCA MUEREN

Puede resultar curioso este título para un trabajo sobre un árbol, en este caso se trata del olivo centenario que hay en la puerta de mi casa, un árbol que veo a diario. Al pobre olivo lo podaron dejándolo casi calvo, pero una vez pasada la primavera y el verano, podemos ver como el árbol a resurgido con fuerza y otra vez vuelve a lucir con su verde característico.
De su tronco rugoso han resurgido con fuerza las ramas, alzándose al cielo energía, como si por el no pasase el tiempo y cuando parecía que de esta no iba a salir, ha resurgido demostrando la fuerza de la naturaleza


También es destacable pequeños brotes en el tronco, que aparecen tímidos, pero que le dan color. Son pequeñas muestras de la fuerza de la naturaleza, que siempre sale adelante y poco podemos hacer más que admirarla.


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